Ese día sentí el Corte Final. Ese día dejé de ser un ser errante, de caminar por la vida mientras mi mente estaba en otro lugar, un lugar que no se puede llamar vida. Dejé de ser un cascarón vacío y llené mi cuerpo con algo que antes no tenía, un alma. Empecé de vivir con emociones reales. O quizás no, quizás las cosas empeoraron. Tal vez estos tiempos sibilinos sólo están destinados a agravarse. Antes sólo sentía tristeza, pero la incertidumbre de no saber si la felicidad puede ser alcanzada es peor que la tristeza misma, es un letargo insoportable. Quizás ese sólo fue el Primer Corte. Aún siento ganas de vomitar.
jueves, 25 de abril de 2013
Tormentos de un ser abyecto: El Sueño y las Dudas
Ese día sentí el Corte Final. Ese día dejé de ser un ser errante, de caminar por la vida mientras mi mente estaba en otro lugar, un lugar que no se puede llamar vida. Dejé de ser un cascarón vacío y llené mi cuerpo con algo que antes no tenía, un alma. Empecé de vivir con emociones reales. O quizás no, quizás las cosas empeoraron. Tal vez estos tiempos sibilinos sólo están destinados a agravarse. Antes sólo sentía tristeza, pero la incertidumbre de no saber si la felicidad puede ser alcanzada es peor que la tristeza misma, es un letargo insoportable. Quizás ese sólo fue el Primer Corte. Aún siento ganas de vomitar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario