Ese día sentí el Corte Final. Ese día dejé de ser un ser errante, de caminar por la vida mientras mi mente estaba en otro lugar, un lugar que no se puede llamar vida. Dejé de ser un cascarón vacío y llené mi cuerpo con algo que antes no tenía, un alma. Empecé de vivir con emociones reales. O quizás no, quizás las cosas empeoraron. Tal vez estos tiempos sibilinos sólo están destinados a agravarse. Antes sólo sentía tristeza, pero la incertidumbre de no saber si la felicidad puede ser alcanzada es peor que la tristeza misma, es un letargo insoportable. Quizás ese sólo fue el Primer Corte. Aún siento ganas de vomitar.
jueves, 25 de abril de 2013
Tormentos de un ser abyecto: El Sueño y las Dudas
Ese día sentí el Corte Final. Ese día dejé de ser un ser errante, de caminar por la vida mientras mi mente estaba en otro lugar, un lugar que no se puede llamar vida. Dejé de ser un cascarón vacío y llené mi cuerpo con algo que antes no tenía, un alma. Empecé de vivir con emociones reales. O quizás no, quizás las cosas empeoraron. Tal vez estos tiempos sibilinos sólo están destinados a agravarse. Antes sólo sentía tristeza, pero la incertidumbre de no saber si la felicidad puede ser alcanzada es peor que la tristeza misma, es un letargo insoportable. Quizás ese sólo fue el Primer Corte. Aún siento ganas de vomitar.
miércoles, 3 de abril de 2013
El extraño mundo
Tu color de piel no es lo que les interesa, si sos pobre sos un "negro de mierda".
Un mundo incomprensible, donde lo bueno pasa gracias a un dios y de lo malo somos culpables nosotros. Donde algunos pastores no paran de dar discursos de odio, y luego predican sobre la solidaridad y no juzgar al otro.
Un lugar donde todos pueden ser anti-sistema por un rato, pero al otro día siguen sus vidas como si nada, están muy divididos, hasta una camiseta es suficiente para agarrarse a trompadas. Cada uno se preocupa por uno mismo, aunque digan lo contrario.
Un mundo en el que los habitantes siguen historias que ya saben como van a terminar, cuando hay tantas historias increíbles que vale la pena leer, escuchar y mirar. Un mundo al que a veces me cuesta llamar hogar.
Ellos odian a los "ladrones" que les roban 20 pesos o un celular en la calle, sin pensar que los verdaderos ladrones usan traje.
El extraño mundo. Mi "Reino del Revés".
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